Marcos Rojo lo pide, el grito que tanto merece |
El conjunto dirigido por el Tata Martino destrozó a Paraguay, lo superó en todas las líneas en gran parte del partido, lo amañató e hizo a gusto todo lo que se propuso. En el único momento donde el equipo sufrió fue cerca del final de primer tiempo, donde los guaraníes llegaron al descuento y tuvieron algunas situaciones debido a los cambios ofensivos por las lesiones de Gónzalez y Santa Cruz.
Primero lo primero, en el comienzo del encuentro Argentina demostró todo su poderio, tuvo infinidad de situaciones y a los 15 minutos Marcos Rojo marcó el primer tanto en una pelota que quedo bollando en el área. Llegando a la media hora de juego, Javier Pastore tomó un pase delicioso de Messi y con un derechazo clavó la pelota en el palo derecho de Villar que nada pudo hacer. A los 43, Barrios puso suspenso en el cotejo con un gran gol tras una mala salida de Otamendi.
Por su parte el segundo tiempo fue un carnaval al mejor estilo Gualeguaychú, en seis minutos Ángel Di María clavó dos golazos, uno donde tras una jugada enorme colectivamente Pastore le coloca la pelota donde había que meterla, muy punzante atrás de un defensor y Ángel, en velocidad, lo superá y marca un golazo. El otro gol fue muy distinto, Lionel Messi dejo en ridículo a defensa rival, le entregó el balón a Pastore que definió y la pelota tras el rebote terminó en los pies de Di María que se llenó la boca de gol nuevamente.
En último término el marcador tan abultado se amplió gracias a los goles de Sergio Aguero y Gonzalo Higuaín, ingresado por el mismo Kun cerca del final del encuentro, el partido se caía a pedazos, estaba cerrado y había perdido total emotividad con el control total de Argentina sobre el elenco de Ramón Díaz. Un 6 - 1 totalmente justo, que quizás si Argentina pisaba más el acelerador después del cuarto podría haber sido mayor.
Ahora el sábado 17:00 enfrentará a Chile, la tan ansiada final esta a la vuelta de la esquina, es probable la vuelta al equipo de Ezequiel Garay por Martín Demichelis y nada más, Argentina está dulce y quiere festejar después de 22 años.