Comenzó una nueva temporada y continúan las complicaciones para los deportes amateurs de Estudiantes. Luego de un relevamiento realizado por este medio, la falta de infraestructura es la principal falencia que afecta a los deportistas de diferentes disciplinas y categorías.


Foto: Salvador Vega.
Con el arribo de Juan Sebastián Verón a la presidencia de Estudiantes, llegó la promesa de un gran proyecto para el crecimiento del deporte amateur. Aunque rápidamente, continuaron algunos problemas y salieron a la luz otras carencias, que ponen en jaque a las disciplinas y pueden observarse a simple vista. 

Los deportes amateurs no conllevan grandes sueldos, concentraciones de lujo, spa con hidromasajes ni estacionamiento privado. Si bien, el espíritu del amateurismo implica un esfuerzo dentro y fuera de las canchas, no por eso, los deportistas, entrenadores y otros protagonistas, deben lidiar con problemas de infraestructura, necesidades básicas (materiales), entre otros, que no son propias de un club de élite.

Estudiantes de La Plata es cuna de grandes deportistas. Además de futbolistas, siempre se destacó por tener representantes en la Selección Argentina de las diferentes disciplinas, con presencias olímpicas y mundialistas. Tras un relevamiento de los principales deportes del Club, se observaron problemas de infraestructura y en algunas ocasiones, reducción del presupuesto. Aunque también es cierto, que según la dirigencia, parte de esta "situación ingrata" se resolvería con la culminación del Estadio en 1 y 57, pero mientras tanto, hay mucha desidia y descuido a los deportistas. 

Uno de los casos que salieron a la luz y tuvieron "cierta" relevancia en los medios de comunicación, fue lo ocurrido con el básquet a mediados del 2016. Luego de pelear por un ascenso al TNA, siendo finalista y semifinalista en el Torneo Federal, una reestructuración de la coordinación de dicho deporte, determinó, de un momento a otro, una reducción del presupuesto. El cuerpo técnico no pudo mantener el plantel y la mayoría emigró porque debían priorizar sus ingresos. El Pincha debió recurrir a juveniles al tener un equipo corto y está último en la Fase Regular.

El handball femenino estuvo a punto de perder al equipo de Primera División, luego de analizarse a las apuradas, la baja del plantel -días después de conseguir el ascenso- por falta de presupuesto y pérdidas económicas que generaba su participación en Femebal. Luego de reuniones exigidas por jugadoras y padres, se dio marcha atrás, aunque esto conllevará una mayor gestión de estos últimos, que siempre realizan aportes desde lo económico.

Otra disciplina, el fútbol femenino, estuvo al borde del destierro. La mudanza de 1 y 54 al Country generó gran expectativa para ganar consideración en la dirigencia. Pero la falta de canchas a disposición obligó a cerrar la Escuela de fútbol donde concurrían cerca de 50 chicas, mientras que el equipo de Primera División jugó casi todo el 2016 sin entrenar en City Bell. La disciplina recurrió a alquilar canchas sintéticas pagadas por las jugadoras, al igual que los viajes. Desde agosto pasado, no cuenta con presupuesto. Ahora, el deporte logró contar con canchas en el Country aunque habrá que ver si es algo pasajero, teniendo en cuenta que todavía no comenzaron las competiciones en las inferiores masculinas.

El hockey muestra dos caras dispares: posee alrededor de 600 deportistas (entre hombres y mujeres) y todas las categorías deben repartirse la única cancha que tiene el Country para entrenar. La misma no está en las mejores condiciones, ya que hasta hace algunos meses no funcionaban en su totalidad las columnas de iluminación y actualmente, el cerco perimetral está en pésimo estado. Ante la urgente necesidad de una segunda cancha, en 2016, la Subcomisión de la disciplina presentó un proyecto para su construcción, el cuál fue aprobado por la dirigencia. Aunque debido al costo económico que conlleva, aún no tiene fecha exacta de inicio y finalización
 de obras.

Todo ese panorama, no incluye el gasto económico de los deportistas -en la mayoría de la disciplinas- que además de abonar la cuota como tales (o socios), aportan dinero para comprar materiales para los entrenamientos y pagar los traslados de los planteles cuando juegan de visitante. Cabe recordar que, a mediados del año pasado, el Club firmó un contrato con American Sports para la adquisición de materiales en beneficio de los deportes amateurs.


El vóley tampoco es la excepción. Lo ocurrido en enero, sería un anuncio de lo que vendría después: el equipo masculino debió irse a jugar de local a General Belgrano, entre otros motivos, para mayor comodidad de los jugadores y el trabajo de logística quedó en manos del club local. Aunque no tuvo complicaciones para viajar a San Juan y Catamarca, como así tampoco en su estadía. Por el lado del femenino, se quedó sin lugar (y comodidad) en el Country y tras un acuerdo logrado por la Coordinación, el Pincha entrenó en el Polideportivo Municipal de Ensenada donde también hizo de local en los encuentros de la Liga Argentina. 

Ahora, ante el cierre del Gimnasio Pedro Osácar para la instalación de un gimnasio de la Cadena SportClub, el vóley -en todas sus categorías-, básquet (trasladado a City Bell) y otras disciplinas, perdieron su lugar para entrenar y competir los fines de semana, como así también trabajar la parte física en el histórico "gym". Ahora se gestiona por encontrar instalaciones aptas en diferentes clubes y Colegios de la ciudad. Mientras tanto, el equipo masculino participa en la Liga Argentina A2, donde prácticamente clasificó a Cuartos de final sin entrenar adecuadamente en las últimas semanas.

Otras disciplinas, como el boxeo, aún tienen su lugar en uno de los pisos de la sede, donde también se encontraba una mini cancha de vóley, espacios para el judo y otro gimnasio donde los deportistas trabajaban la parte física. Aunque los púgiles albirrojos optaron por buscar lugares secundarios para continuar con su preparación. 

Estos casos hacen volver al recuerdo lo ocurrido con el handball años atrás. Con la reconstrucción de 1 y 57 se vio afectada la cancha ubicada en 115, por lo que la disciplina emigró por diferentes escuelas, instalaciones de la ciudad e inclusive tuvo que hacer de local en un club de Berisso. Después de tantas idas y vueltas, encontró amparo en el gimnasio (mal dicho Polideportivo) del Country Club, instalaciones que no cuentan con vestuarios ni baños.

Con este relevamiento, queda a las claras que las problemáticas aventajan -y por  mucho- a las soluciones en el presente y a futuro de las disciplinas. Se espera que la promesa dirigencial se mantenga, aunque hubo muchas que no fueron cumplidas en 2016. El nuevo Estadio albergará algunos deportes, pero mientras tanto, la constancia y el compromiso de los deportistas, sumado al trabajo de los cuerpos técnicos, han podido más que las decisiones políticas tomadas y el descuido para con ellos.


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