El hockey no es solo un deporte amateur, es amistad, compañerismo, es familia, y como en todas las familias también hay madres que en este caso comparten su amor por el juego no solo con su equipo, sino que también con sus hijos, quienes las acompañan en todo momento, dentro y fuera de la cancha, bancándose los partidos de local, de visitante, los viajes, los entrenamientos, las victorias y las derrotas.

Karen Carrasquero junto a Thiago y Josefina.
Desde Rugido Pincha, queremos realizar un pequeño homenaje a esas madres que se esfuerzan el triple durante todos los días, criando a sus hijos, yendo a entrenar y que además defienden los colores albirrojos cada fin de semana, con garra, coraje y pasión por la camiseta.

En Estudiantes hay muchas madres, madrazas no solo en sus casa sino que también en el club, y es por eso que solo hemos elegido a dos de ellas para armar ésta nota, ya que sino sería extensisima.

Karen Carrasquero es uno de los pilares de Estudiantes A, conjunto que hace poco logró el ascenso a la categoría C con ella como una parte fundamental del equipo, y por tercera vez ya que también estuvo en los ascensos del 2001 y 2011.

"Tengo dos hijos: Thiago de 8 y Josefina de 2. Les encanta venir al club conmigo, se encariñaron con todas las chicas y ellas son divinas con los gordos. Juegan y los cuidan cada vez que hay partido" dice Karen, agregando que "en la semana se hace difícil salir a la noche para ir a entrenar pero trato de dejar todo organizado y salgo para el country", además afirma que "la más chiquita, desde que salimos campeonas, no para de cantar nuestras canciones del Pincha y me dice que ella va a jugar al hockey", cerrando con la conclusión de que "el sacrificio es mucho pero las satisfacciones del deporte lo superan y nada más lindo que disfrutarlo en familia. Están conmigo en todos los partidos".

Así como Karen, María José Perez es una referente en el plantel de Estudiantes B. Es la capitana del equipo y no solo se pone al hombro a sus compañeras sino que también lo hace con sus hijos, Delfina de tres años y medio y Mateo de 8.

"Cada vez que me voy a entrenar mi hija lista con su mini palo y quiere venir conmigo" confiesa Majo, y agrega que "se prepara siempre para viajar a los partidos de visitante, y en los locales me grita conjuntamente con mi otro hijo, Mateo, y esperan a que termine el partido para entrar a abrazarme".

Majo dice que "para ellos yo siempre gano y para mí al verlos que me acompañan me llenan el alma de felicidad", y asegura que "son dos pasiones tan grandes que por suerte las llevo de la mano: mis hijos y el hockey".

María José, además de ser la capitana del conjunto B albirrojo, es maestra jardinera de la guardería de la UNLP, y como todas las madres hace un esfuerzo grande por dedicarse a lo que ama. "Teniendo hijos nada es imposible si tenes quien te apoye" dice Majo, afirmando que "vuelvo renovada después de entrenar y ni hablar luego de los partidos".

María José Perez junto a Delfina y Mateo.
Es tanta la pasión y la dedicación que tiene por éste deporte, que nos cuenta que "voy a entrenar luego de bañar a los nenes, hacer los deberes con el más grande y ordenar la casa. El que cocina es mi marido ahí zafo. Llego cansada a entrenar y cuando empieza el entrenamiento ya me olvidé de todo eso. Disfruto mucho entrenar. Son dos horas que no me acuerdo ni de mi nombre".

Por todo esto y mucho más, queremos felicitar y saludar a todas las madres, que por suerte son muchas, en su día, aunque el "día de la madre" son todos los días del año. Ellas no tienen descanso, pero aún así se hacen su tiempo, su lugar, para poder darse el gusto de dedicarse a lo que las apasiona, en este caso el hockey.

¡FELIZ DÍA DE LA MADRE! 
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