El pasado fin de semana, Luciana Cácerez jugó su último partido con la camiseta de Estudiantes en la Liga de Honor. "Mi hija de seis años me acompañó este tiempo y creo que es tiempo de que yo la empiece a acompañar a ella", afirmó la arquera de 28 años. 

PH: Joaquín Latreite
Llegó el final de la temporada para el handball de Estudiantes y con ello, las despedidas de varias referentes del primer equipo femenino. En la tarde del sábado ante CID Moreno, Luciana Cácerez, Magdalena Decilio y Pilar Romero jugaron su último partido con la camiseta albirroja.

Las jugadoras fueron homenajeadas por la familia del handball, provocando muchos aplausos, sumado al reconocimiento de los equipos y el público presente. 

Luciana, la arquera de 28 años, dialogó con Rugido Pincha tras el partido, contando los motivos de su salida, mostrándose muy emocionada junto con su familia. 

"Fue un torneo raro pero creo que nos sirvió, en lo personal empecé el año sabiendo que iba a ser así por cuestiones personales. Mi hija de seis años me acompañó este tiempo y creo que es tiempo de que yo la empiece a acompañar a ella", afirmó, mientras abrazaba a su hija.

"Pasaron un montón de cosas vividas desde chica, con todas ellas, compañeras y amigas, pero a pensar en otra cosa, a seguir acompañándolas desde donde pueda porque realmente fueron parte de mi vida muchísimo tiempo y les debo mucho. Como persona, cada una de las que se va hoy, deja algo", expresó con algunas lágrimas en el rostro.

"En lo deportivo me deja alegrías, tristezas pero yo siempre pienso que lo que quedó es el grupo, la amistad, sabiendo que siempre tenía al lado una amiga apoyándome. Me deja un montón de cosas, de vivencias que no se olvidan. Estuve acá muchos años, me deja la satisfacción de haber vivido un montón de cosas que te llenan el alma".

Pasaron algunos minutos para que cesaran las lágrimas y recuperando la sonrisa, la deportista admitió que será difícil dejar el handball: "Ahora como que decís `ya está, querés terminar´ pero la verdad que nunca se deja, nunca decis `no quiero jugar más. Sí, querés`, Ves entrenar y querés correr, jugar, pero ahora, por los menos un parate para volver a extrañar y decir, sí vuelvo con todas las ganas y las pilas que se merece el handball y el club",  concluyó Luciana Cácerez.

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