Soledad Guarrochena vive su momento de gloria
en Estudiantes. La jugadora, de 31 años, debutó en primera el año pasado y
contó lo que significa esta oportunidad de jugar al fútbol en esta etapa de su
vida.
La vida te va poniendo obstáculos y abriendo
oportunidades. Que mejor que relacionar esta idea con el momento que está
viviendo la jugadora Soledad Guarrochena en el pincha. Con experiencia en
torneo zonales de fútbol 5 y 7, a mediados del 2015 le llegó la oportunidad de
jugar en Estudiantes.
“A mitad de año me dijo Agustina Amaro de ir a
probarnos y bueno, ahí fuimos en busca de un sueño, que por mi edad (31 años)
lo veía difícil. Gracias a dios se concretó”. Manifestó emocionada la jugadora.
En cuanto a esa posibilidad, Soledad considera que le llegó en un momento
importante de su vida: “La verdad me llegó justo. Porque no sé cuánto tiempo me
queda para jugar, espero que sean muchos años más (risas). De chica siempre
quise jugar y defender a mi club”.
Soledad tiene una estadística particular con Estudiantes.
Jugó tan solo 10 minutos de forma oficial y marcó un gol (vs. Platense por la
Supercopa). Ella comentó como fueron los días previos a ese partido: “Yo pensé
que mi debut iba a ser este año. Hacia 15 días que no entrenaba por una lesión.
Me llamó Bettina (Stagñares) que me necesitaba en la lista y ahí fui”.
“Cuando me tocó entrar, estaba tranquila con
la cabeza metida en lo que tenía que hacer. Llegó el gol y no sabía cómo
reaccionar, si gritar, llorar, me tire al suelo y vinieron todas las chicas a
gritarlo. En ese momento tenía la cabeza nula”. Mencionó en referencia al
momento de convertir el gol en la Supercopa.
Por último, Soledad Guarrochena habló de su experiencia futbolística y sus características como jugadora:
“Jugué en Circulo Tolosano (Liga Amateur Platense), me costó mucho irme porque se armó un grupo
hermoso y muy unido. Fue una hermosa experiencia”. Agregó además: “No soy lujosa
con la pelota, por algo me están ubicando en defensa en los entrenamientos. Voy
al choque, tengo velocidad y de a poco voy aprendiendo a jugar abajo”.