Las chicas de Estudiantes B disputaron el sábado un partido complicado, ya que se enfrentaron a San Patricio B (rival directo por la permanencia en la categoría). La nota central la dio dupla arbitral Finizio - Kette, que no sólo no estuvieron a la altura de las circunstancias sino que fueron claros partícipes del resultado final.

PH: Jonatan Almeira.
El sábado se enfrentaron Estudiantes B y San Patricio B en el Country Club. Ambos equipos estaban necesitados de la victoria para soñar con salir de la zona de descenso directo, por lo que era un partido de mucha presión donde el mínimo error iba a ser crucial para el desarrollo del juego. Los árbitros del encuentro, Pablo Finizio y Alexis Kette, empapados de soberbia, malos modales y con falta de recursos para explicar ciertas situaciones de juego, no estuvieron aptos para dirigir un cotejo de tamaña envergadura.   

Pablo Finizio, el juez principal, se tomó muy a pecho su poder dentro del campo de juego, donde cobró muchas faltas inexistentes del lado de Estudiantes, como fue el córner corto que pitó a los 20 minutos de la primera mitad a favor de San Patricio B, quienes más tarde lo cambiaron por gol.

Tras un ataque de la visita, la delantera cargó con falta sobre la arquera cuando iban en busca de la bocha, pero el árbitro sancionó falta de esta última. El juez estaba a escasos metros de la jugada y de forma increible cobró córner corto para San Patricio B, cuando el fallo que debió pitar era falta contra la arquera estudiantil.

Acto seguido, todo el banco albirrojo le consultó al colegiado que había cobrado, pero éste, con mucha soberbia y a los gritos respondió que se callen, que paren de protestar. El partido se le empezaba a ir de las manos.

En el entretiempo, se le volvió a pedir una explicación por ese córner corto mal cobrado, y la respuesta fue "cuando termine el partido te lo explico", gran técnica evasiva para tener un poco más de 35 minutos para pensar en una respuesta.

En el segundo tiempo, las cosas empeoraron. Pablo Finizio siguió haciendo de las suyas, cobrando lo que él quería y no lo que debía. Si una jugadora de Estudiantes estaba con la bocha dominada, de espaldas al arco rival y en zona defensiva, él cobraba obstrucción, pero si la jugada era realizada por el rival del Pincha, no cobraba nada. De éstas un montón. Tanto que el técnico albirrojo, recibió  una tarjeta amarilla por hablar, y un minuto después, el profe Diego Díaz lo siguió en el banco de los amonestados por repetir la acción. Segundos más tarde ocurrió un hecho lamentable, donde una jugadora de Estudiantes recibió una amenaza de tarjeta tras haberse quejado por una falta que no fue, a lo que el juez del partido le dijo en textuales palabras "si no te callas, ahí hay lugar para uno más", señalando el banco donde se encontraban el técnico y el preparador físico. 

El cotejo siguió su curso, a la manera que quiso el juez. Su forma de arbitrar fue lamentable, ¿Es forma de tratar a las jugadoras? ¿Están capacitados los árbitros para dirigir bajo presión? ¿Sabía lo importante que era éste partido para ambos equipos? ¿Abusan del poder que ejercen con las tarjetas? ¿Saben a rajatabla el reglamento?

Al finalizar el partido se le volvió a consultar por aquel córner corto que prácticamente le dio la victoria a San Patricio B, pero Finizio no supo cómo explicar lo sucedido, y terminó diciendo que había cobrado obstrucción de la arquera del Pincha a la jugadora visitante, cosa totalmente errónea y falsa. Él estaba a cinco metros de la jugada pero vio lo contrario a lo que vieron todos desde el banco de suplentes. 

Sería un acto de grandeza que tanto las chicas de Estudiantes B como su cuerpo técnico reciban al menos una disculpa de la dupla arbitral Pablo Finizio - Alexis Kette. Las albirrojas salieron llorando del campo de juego y gran parte de la culpa es de ellos, por sus decisiones, contestaciones soberbias y amenazas de tarjetas si no se dejaban de protestar, con justeza. 
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