El fútbol femenino tuvo un año complicado: la mudanza al Country Club y el bajo presupuesto fueron obstáculos permanentes. Con gran esfuerzo finalizó sexto en el primer torneo. Tras el receso volvió a mostrar algunas de sus mejores virtudes pero deberá seguir creciendo para dar pelea a los grandes.

PH: Joaquín Latreite
La temporada comenzó algo movida para la disciplina, ya que con el avance de las obras en 1 y 57, la cancha auxiliar quedó afectada, motivando a que el fútbol femenino emigrara al Country Club de City Bell. La chance de que el equipo tuviera mayor apoyo dirigencial y mejores posibilidades deportivas, estaba bien latente.

Con 11 caras nuevas, el equipo de Bettina Stagñares tomaba aires renovados como así también el torneo de Primera División. Los grandes de la categoría no le dieron chance al Pincha de sumar, mientras atravesaba la transición en el armado del plantel. Y rápidamente, Estudiantes comenzó a pensar en la permanencia sin antes sufrir con equipos de menor envergadura.

Sin poder contar con una cancha para entrenar debido a que todas estaban a disposición del fútbol masculino juvenil, el plantel no tuvo opción de alquilar cualquier predio deportivo para "intentar" tener una práctica, dando muchas ventajas a sus rivales. Con más garra y amor propio, las albirrojas capitaneadas por Laura Sampedro, lucharon hasta la antepenúltima fecha para lograr la permanencia en Primera.

PH: Joaquín Latreite
Las leonas hicieron prevalecer la localía en partidos claves, lograron doblegar al siempre complicado Platense, dando cátedra de fútbol con un 3-0 incluido casi sin ¡entrenar! y teniendo a Carolina Troncoso como goleadora con 13 tantos en el torneo. El sexto puesto (18 puntos) fue un premio al amor propio y al deporte como así también con el compromiso de cada jugadora.

Lo que vendría después sería algo que pondría en jaque al deporte, luego que de que la dirigencia le bajara el pulgar al apoyo económico. El segundo semestre sufriría algo más que la salida de su goleadora a Boca Jrs, sino la austeridad de una dirigencia, motivando a que el plantel recurra a su propio bolsillo para solventar viajes y otros gastos, pese a mantener una cancha en City Bell. 

Nuevamente tuvo un andar irregular y lo sufrió ante los grandes equipos que no perdonaron; pero también hubo buenas noticias: los regresos de Mariana De Moura y Fanny Rodríguez fueron importantes para intentar encaminar a un joven plantel, que conservó algunas referentes. El cierre del año no fue ideal, tuvo tres derrotas al hilo, incluyendo la derrota contra San Lorenzo, a quién tuvo contra las cuerdas. Llega el receso de verano, momento ideal para recuperar fuerzas y encontrar la regularidad necesaria ante rivales con mayor presupuesto y jerarquía.

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