El hockey albirrojo tuvo un año aceptable en lo general. El primer equipo A femenino mantuvo la categoría jugando en un muy buen nivel. En tanto, las chicas del conjunto B descendieron a la primera F en la última fecha, y los caballeros lucharon todo el torneo con un plantel muy corto, pero aún así dejaron una buena imagen.

PH: Jonatan Almeira.
La temporada comenzó muy positiva para el hockey estudiantil, con un ascenso a la primera C por parte del equipo A femenino dirigido por Sebastián Rosas, un conjunto B con caras nuevas y con un plantel masculino comandado por Roberto Sunesen, un técnico muy experimentado que al pasar las fechas, iría dándole minutos a varios chicos surgidos de las inferiores albirrojas.

El primer equipo A femenino tuvo un gran año. Comenzaron la temporada con un solo objetivo, permanecer en la Categoría C, y fecha tras fecha lo fueron cumpliendo. Tuvieron grandes encuentros con Universitario A a quienes vencieron por 4-0 en el partido de ida, cayeron por 4-3 con Santa Bárbara B en un encuentro muy disputado con muchas ocasiones de gol, y se tomaron revancha al vencerlos por 3-2 en el Country Club, donde dominaron todo el cotejo. 

A mitad del campeonato, las dirigidas por Sebastián Rosas mermaron en su nivel de juego y dejaron escapar varios puntos que las complicaron en la tabla de posiciones, pero supieron revertir la situación y culminaron el año evitando el descenso directo y el repechaje por la permanencia, sumando 31 unidades en 30 partidos disputados, con 7 victorias, 10 empates y 13 derrotas para posicionarse en la undécima colocación.

En cuanto al conjunto B, las dirigidas por Jorge Salas (quién dejó el cargo al final del campeonato por decisión del equipo) no tuvieron una buena temporada en cuanto a resultados. El plantel tuvo varias caras nuevas y varias bajas tanto en el inicio como en el transcurso de la competencia. 

La derrota más dura fue tal vez el 9-1 frente a Universitario D como visitante, lo que produjo un bajón anímico importante para las dirigidas por Salas. Pero en la segunda rueda, las albirrojas iban a dar el batacazo frente a la U, en el Country Club, donde luego de ir perdiendo por 2-0 en la primera mitad, igualaron el marcador 2-2 y merecieron quedarse con el partido, pero la ansiedad les jugó una mala pasada y solo pudieron rescatar un punto frente al líder indiscutido de la primera E. 

Luego de este gran empate, parecía que el futuro para el conjunto B iba a cambiar y los resultados no iban a tardar en aparecer, pero no fue así. Las chicas pelearon por un lugar en el repechaje pero en la última fecha cayeron por 6-1 en su visita a C.U.B.A B y perdieron la categoría de forma directa. La próxima temporada jugarán en la primera F.

Por su parte, el conjunto masculino que fue comandado por Roberto Sunesen tuvo una temporada aceptable. El Pincha contó con un plantel muy corto para competir tanto en Intermedia como en Primera, por lo que varios jugadores jugaban dos partidos seguidos por fecha, dando mucha ventaja a sus rivales, quienes no afrontaban el mismo problema.

Comenzaron el año con una gran goleada por 10-0 a E.F.I de Lobos, pero las cosas se iban a ir complicando partido a partido por falta de jugadores frescos en cuanto al nivel físico para poder afrontar los encuentros de Intermedia y de Primera sin problemas.

El mejor partido del año fue tal vez aquella remontada frente a BACS, por la novena fecha de la primera rueda, donde los albirrojos caían por 5-1 y terminaron ganando por 7-6 con goles de Javier Fernández en dos ocasiones, Kevin García, Federico Salas y Martín González con un hattrick.

Obtuvieron 6 victorias, 2 empates y 26 derrotas, lo que los posicionó en la décimo quinta colocación con 20 unidades en 34 partidos disputados. El año quizás no fue tan bueno en cuanto a los resultados esperados, pero si lo fue en cuanto a la promoción de varios juveniles surgidos de las inferiores albirrojas que la próxima temporada tendrán aún más participación en el primer equipo.
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