Estudiantes enfrenta a Ferro desde las 21.30 en City Bell por la décima y última fecha de los PlayOut de la División de Honor. El Albirrojo, ya descendido, busca despedirse con un triunfo y ya piensa en el largo camino para volver a la máxima categoría.
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| PH: Nicolás Braicovich |
Los PlayOut de la División de Honor llegan a su fin y Estudiantes se despide de la máxima categoría tras cuatro temporadas posteriores al ascenso en 2012. El Albirrojo sufrió el descenso ante San Lorenzo aunque esta noche buscará decir adiós de la mejor manera. En frente estará Ferro, otro de los equipos que perdió la categoría.
El esfuerzo del plantel y cuerpo técnico no alcanzó para continuar en la División de Honor metropolitana que cada año se vuelve más competitiva. Tras el tercer puesto logrado en la Liga Argentina A2 y de recibir la invitación para jugar en la A1, el vóley masculino deberá asimilar este mal trago en lo deportivo y enfocarse a lo que será la Primera División.
Ya habrá tiempo para el balance final sin buscar responsables ni excusas: el proyecto del vóley albirrojo está dando sus frutos, ya que muchos jóvenes deportistas forman parte del primer equipo, junto con los experimentado jugadores que son todo un símbolo en la historia del club.
Quedó demostrado nuevamente que en el corto plazo, es muy complicado competir contra los clubes que duplican el presupuesto de la mayoría de los participantes y pueden contar con jugadores profesionales. Pero ese es el camino: el trabajo día a día, tarde o temprano, dará sus frutos.
Luego del ascenso en 2012, el Pincha dice adiós y hasta pronto porque el objetivo ya está claro: el camino de regreso que deberá transitar en Primera División será largo y complicado. Será momento de levantar la cabeza y continuar con el trabajo que se viene realizado. Sería ideal que todo esto, reciba el apoyo necesario para el crecimiento.
En cuanto a los antecedentes que tiene el duelo ante el conjunto de Caballito, Estudiantes se impuso en los tres partidos del Campeonato Oficial, por lo que buscará el cuarto triunfo, despedirse con una sonrisa y con la frente bien el alto.