El vóley masculino cerró una gran temporada tras cumplir con varias metas propuestas en el inicio del 2017: jugó otra Liga Argentina A2 y ascendió en División de Honor, pese a los problemas de infraestructura. Además, continúa promoviendo jugadores de inferiores al equipo de mayores. 

Foto: Salvador Vega Valverde.

Estudiantes tuvo un 2017 bastante movido en lo que tuvo que ver con el vóley masculino: nuevamente enero fue el punto de partida para una nueva participación en la Liga A2 con cambio de localia y una base que se mantuvo a lo largo del año para volver a ser de honor. Aunque hubo algunos aspectos que pasaron desapercibidos o mejor dicho, contratiempos que sirvieron para fortalecer al plantel y superarlos con creces.

Tras alcanzar las semifinales de la Liga Argentina en 2016, la vara estaba alta pero se sabía que el cuerpo técnico con Mauricio Arrúa a la cabeza, apostaría a los jugadores del Club y sólo sumaría dos refuerzos (Esteban Martínez y Facundo Funes). Entrenando en el Osácar en penumbras, el Pincha se mudó al Club General Belgrano - por logística - a unos 114 kilometros de La Plata. 

Con Juan Pablo Hatrick como principal figura y la consolidación de los juveniles, Estudiantes tuvo una gran primera Fase. Los albirrojos entrenaron poco en la continuidad de la Liga, debido a los problemas de infraestructura. Era un buen equipo, pero este factor significó dar ventajas a sus rivales: peleó de igual a igual, quedando eliminado en la instancia previa a las semifinales, siendo el séptimo mejor del torneo.

Sacó un aprobado y tuvo mucho rédito en lo deportivo: mantuvo el plantel para la Primera División Metropolitana. Sin grandes soluciones a los problemas como la falta de canchas para entrenar correctamente, Estudiantes barrió a todos sus rivales, finalizando invicto la Rueda Clasificación, superando a Ferro, otro de los favoritos. El récord de invictos fue de 16 partidos antes de caer dos veces contra el Verdolaga, campeón, y en la última fecha ante Ciudad.

El equipo base estuvo conformado por Ignacio Ibarra, Hatrick, Marcos Marzano, Esteban Martínez, Facundo Funes, Joaquín Kolevich y Nicolás Monzón. Aunque siempre estuvo el aporte del capitán Juan Pablo Ferraris y la camada juvenil con Ian Bocalón, Juan Martín Díaz, entre otros.

Los leones triunfaron 26 veces sobre 29 presentaciones con 54,5 puntos, obteniendo el subcampeonato y el ascenso anticipado a División de Honor. La falta de infraestructura pasó tan en un segundo plano, que el entrenador Sebastián Grianta debió reprogramar el partido -para ceder la cancha al básquet- que pudo definir el campeonato. No hubo sinsabores porque el objetivo ya estaba cumplido. 

Antes del final de temporada hubo tiempo para disputar la Copa Metropolitana, donde quedó eliminado frente a Italiano. Con la confirmación de su cuarta Liga Argentina, el plantel pasó los últimos días de diciembre entrenando en el Country a la espera de su debut el 12 de enero.

Fue un gran año el transitado por el vóley masculino, por lo que reina la tranquilidad y hay mucha confianza de tener otra buena participación en el torneo nacional. Tampoco hay que olvidarse que en 2018 jugará en la elite del voley metropolitano, donde chocará con equipo de mayor presupuesto e historia. Aunque el crecimiento de la disciplina estará condicionado nuevamente con la falta de infraestructura.

Artículo Anterior Artículo Siguiente