Evangelina Alfano hizo un repaso de su carrera y destacó los mejores momentos con la camiseta de Estudiantes. La histórica jugadora habló sobre sus comienzos en el fútbol, su primer gol, las referentes en su carrera y los recuerdos de la cancha auxiliar de 1 y 55. 


Hablar de Evangelina Alfano es referirse al fútbol femenino mismo. La jugadora Pincha representa gran parte de la historia de la disciplina y es el símbolo de la lucha por la pertenencia. Tener cuatro hermanos varones y ser la más chica de la familia le permitieron tener un acercamiento con una pelota casi desde la cuna y gracias a eso el destino la acercó al club. 

"A los 11 años empecé a jugar en los torneos bonaerenses con la Municipalidad de Ensenada. Después me enteré que había fútbol femenino en Estudiantes y me llevó mi mamá. En ese momento estaba Lorena Berdula. Empecé a jugar en AFA cuando Bettina (Stagñares) era la directora técnica". Si bien pasaron 16 años de su debut con la camiseta albirroja, los recuerdos permanecen intactos.

Su presentación fue en la Fecha 1 del Torneo Clausura 2004. Ese mismo dia, Bettina Stagñares dirigió su primer encuentro. "El primer partido se jugó en el Country de City Bell y recuerdo que hice un gol, habíamos ganado 9-0 a Platense. Se jugó en la cancha donde entrena la primera masculina. El gol lo hice en el arco contrario a donde hoy está la concentración". 

A lo largo de su carrera, Evangelina Alfano convivió con varias jugadoras destacadas e importantes para la historia de club. Al momento de elegir a sus referentes, hizo mención a cuatro: "Estaba Bettina como referente. Siempre me lleve bien con ella y tengo los mejores recuerdos. Tuve la oportunidad de jugar con Patricia Haramboure, con la que aprendí un montón. También estaba Gabriela Ramirez y la "Chueca" María Diaz Sevigné". 

Hoy la vida la encuentra con las responsabilidades del trabajo y la familia que tiene que complementarlas con los partidos y los entrenamientos. En los últimos años se sumaron los viajes a City Bell y pese a ser una complicación nunca dejó de esforzarse al máximo. En por eso que aparece el recuerdo de la cancha auxiliar de 1 y 55, donde el fútbol femenino vivió sus mejores momentos deportivos. 

"Ahora se complica un poco ir hasta el Country. Extraño entrenar en 1 y 55, eso era lo mejor. Antes que 1 y 57, yo amaba la cancha de 1 y 55. Era el lugar donde arranqué a jugar y entrené toda la vida". En ese lugar, Estudiantes estuvo cerca de conseguir la gloria en el Torneo Apertura 2011 donde tras una campaña histórica se logró un segundo puesto. 

Evangelina Alfano fue parte importante en ese campeonato. Los siete goles convertidos le permitieron ser la goleadora de las Pinchas. "Fue un gran torneo ese año. Igualmente no tengo muy presente esa campaña por que en 2010 quedé embarazada y la tengo borrosa. Es más el partido con Boca no lo jugué. Si fui parte del equipo pero no me acuerdo mucho". 

Toda su carrera futbolística esta relacionada con la vida laboral. Desde hace 15 años trabaja de moza en una reconocida parrilla de la ciudad. Sin embargo, nunca interfirió al momento de jugar y defender los colores albirrojos. "Cuando empecé a trabajar la condición era que los domingos iba a jugar al fútbol. Me tocó un jefe bueno y lo aceptó. Cuando jugábamos en 1 llegaba en 10 minutos y de visitante me las arreglo para poder viajar". 

Los últimos años han traído cambios en el fútbol femenino que han mejorado la visibilidad de la disciplina. Evangelina destacó dos. Una es la paridad entre los equipos que juegan la primera división y en segundo lugar la posibilidad de firmar contratos profesionales, algo impensado desde su debut en 2004. 

Respecto a los partidos con Estudiantes los cambios han sido drásticos: "Antes había mucha diferencia entre los equipos. Nosotras íbamos y goleábamos en varios partidos y después jugábamos con Boca por ejemplo y nos goleaban. Estábamos acostumbradas a golear y hoy están más armados los equipos y son más difíciles". 

La llegada de los contratos cambio el paradigma de la actividad. Evangelina Alfano quedó en la historia al ser la primera jugadora en convertirse en profesional. Más allá de esta oportunidad, la mediocampista reconoce que sigue habiendo desigualdad: "Es muy importante lo que se logró, pero hay que conseguir la misma igualdad que los varones". 

Por último agregó: "Es muy difícil todo, pero de a poco va ir mejorando. Es muy feo estar insistiendo para poder hacer cosas. Es muy injusto que se le den contrato solo a ocho jugadoras, sabiendo que somos once las que jugamos. Esperemos que cambie esto a futuro". 


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